viernes, 9 de febrero de 2007

Amor Constante Más Allá de la Muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de desotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza más tendrá(n) sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.

autor: Francisco de Quevedo.

No hay comentarios: